Por Cristina Sueiro López, neuróloga en Hospital San Rafael
Cada 29 de octubre se conmemora el Día Mundial del Ictus que pretende concienciar sobre la importancia de la prevención y el papel de la rehabilitación después de sufrir un Accidente Cerebrovascular (ACV) o ictus. El ictus es la primera causa de discapacidad adquirida en el adulto, y la tercera causa de muerte en el mundo occidental. Pero, ¿qué es un ictus? Es la pérdida de funciones cerebrales producto de la interrupción del flujo sanguíneo al cerebro y origina una serie de síntomas variables en función del área cerebral afectada. En este post te compartimos unos tips para que conozcas un poco más sobre las causas de la enfermedad, su relevancia, los síntomas que debes conocer para detectarlo y cómo prevenirlo.
¿Sabías que…?
- El ictus constituye la 1ª causa de discapacidad adquirida en el adulto, y la 3ª causa de muerte en el mundo occidental.
- 1 de cada 6 personas en el mundo padecerá un ictus a lo largo de su vida.
- En España cada año mueren unas 27000 personas como consecuencia de ello.
- 2 de cada 3 pacientes que sobreviven, lo hacen con secuelas motoras, en la visión, el habla, cognitivas o de personalidad.
Tipos de ictus
Hay dos tipos principales de ictus:
- Isquémicos: Se producen por falta de riego sanguíneo en una zona del cerebro (conocidos como trombosis, embolias,…).
- Hemorrágicos: Sobrevienen por rotura de un vaso sanguíneo (conocidos como “derrames”).
Y lo más importante, ¿sabías que el 80-90% de los ictus son evitables?
¿Cómo identificar un ictus?
Existen síntomas neurológico de un ictus de inicio brusco que consisten en:
- Dificultad para hablar, emitir palabras o pronunciar correctamente.
- Desviación de la comisura bucal hacia un lado de la cara.
- Pérdida de fuerza o de sensibilidad en un lado del cuerpo.
- Pérdida de equilibrio y de coordinación.
- Visión doble o pérdida de visión brusca en un ojo.
- Dolor de cabeza brusco e intenso.
¿Qué puedes hacer para prevenir un ictus?
- Haz una dieta sana y equilibrada, con abundantes vegetales y alimentos ricos en ácidos grasos Omega 3.
- Evita los azúcares añadidos (incluidos en alimentos procesados, refrescos, zumos, repostería, galletas,…).
- Prevén la hipertensión arterial evitando añadir sal a los alimentos y midiéndote la tensión periódicamente.
- No fumes ni consumas alcohol.
- Realiza actividad física de forma regular, haz ejercicio físico al menos 30 minutos al día o camina 1 hora al día.
- Pídele a tu médico de cabecera que te controle dichos factores de riesgo al menos una vez al año.
- Controla de forma periódica las enfermedades cardíacas y las arritmias como la Fibrilación Auricular.