En sólo dos días, las picaduras de avispa provocaron la muerte de dos hombres en Galicia el mes pasado. La coincidencia en el tiempo y la falsa creencia inicial de que el primer caso fue provocado por avispas velutinas o asiáticas disparó la alarma por el riesgo a las picaduras de avispa. Sobre todo por lo extendida que está la especie invasora de himenóptero en Galicia y en la Cornisa Cantábrica.
El mapa de seguimiento que lleva la Xunta apunta que la avispa velutina ya está presente en la mayoría de los municipios gallegos.
Los especialistas no creen que exista motivo de alarma para la población en general y recomiendan prevención a las personas que sufran alergia. En este post te resumimos cómo debes actuar si tú o alguien de tu entorno sufre una picadura, tanto si sufre alergia como si no.
La probabilidad de que una persona fallezca por la picadura de una avispa o abeja es muy baja. La Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) calcula que un 3% de la población española sufre “reacciones generalizadas” por alergia a las picaduras de avispa y abeja.
La tasa de mortalidad de las picaduras es muy baja
La tasa de mortalidad por alergia a las picaduras de avispas o abejas es de un 0,08 por millón de habitantes y año. Esto supone que cada año pueden morir una media de 3 o 4 personas en España por las picaduras de avispa y abeja. Y esto sólo en el caso de que sufran una picadura y no reciban atención médica de inmediato.
La SEAIC considera que no existe motivo de alarma. La incidencia de la alergia a himenópteros (el orden de los insectos al que pertenecen las avispas y abejas) no ha aumentado en España. Un comunicado de la SEAIC sostiene además que no existe evidencia científica de que el riesgo de la picadura de avispas asiáticas sea más alto. Esto no quiere decir que debamos despreocuparnos.
Los apicultores, una población de riesgo
Las picaduras son efectivamente peligrosas para las personas que sufren alergia y no reciben tratamiento. Pero no existe ninguna prueba para determinar quién puede ser alérgico. Lo que sí saben los especialistas es que las personas que sufren más picaduras tienen más riesgo a desarrollarla. Es por esto que los apicultores son una población de riesgo.
El modo de actuar es sustancialmente distinto si quien recibe la picadura de avispa o abeja es o no alérgico. Pero sólo si hay picadura es posible saber si hay alergia.
Si sufres una picadura de avispa o estás con alguien que la padece, aléjate del lugar donde se produjo porque cuando una avispa pica libera una feromona que incita a otras a picar.
Si es una abeja, retira cuanto antes el aguijón, que seguirá liberando veneno mientras siga dentro. Raspa la zona de la picadura con una tarjeta de crédito, no uses pinzas o exprimirás el saco que porta el veneno y agravarás la situación.
Síntomas de una posible alergia a las picaduras de avispa o abeja
¿Qué hacer ante una picadura te avispa o abeja? Lo primero es observar a la persona para descartar una reacción alérgica porque los síntomas aparecen en pocos minutos. La reacción normal es sufrir picor, inflamación y enrojecimiento en el lugar de la picadura. Si la inflamación tiene un diámetro mayor a los 10 cm., es muy probable que la persona esté sufriendo una reacción alérgica que debe consultar con un especialista.
Según la SEAIC, el 30% de los pacientes que han sufrido una reacción alérgica no acuden a la consulta de un alergólogo. Por eso la sociedad, recomienda que se solicite esa cita al médico de Atención Primaria.
Los síntomas pueden ser más graves y de hasta una reacción alérgica sistémica o anafilaxia, como por ejemplo:
- Erupciones o ronchas en distintas zonas del cuerpo
- Inflamación repentina de los párpados o los labios
- Dificultad para respirar
- Bajadas de tensión
- Mareos, vómitos u otros síntomas digestivos
Si aparecen estos síntomas aislados o combinados entre sí, no te lo pienses: Llama al 112 o acude a Urgencias de inmediato porque puedes estar ante una reacción grave que demanda tratamiento urgente con adrenalina.
Acude a un alergólogo
Un 60% de quienes sufren una reacción sistémica, padecerán otra igual o más grave en caso de que reciban otra picadura. Así que la consulta con un alergólogo es en estos casos especialmente importante.
Si la avispa o abeja pica a una persona con alergia que no dispone de medicación, es urgente acudir a un centro médico. Si en el camino aparece urticaria o ronchas, es aconsejable tomar un antihistamínico. En caso de dificultad respiratoria, optar por un broncodilatador. Si los síntomas son generalizados, es urgente administrar adrenalina. Existen autoinyectables fáciles de usar que el alergólogo puede prescribirte.
La SEAIC recuerda que la alergia a los himenópteros es de las más fáciles de curar con tratamiento de inmunoterapia; una vacuna efectiva en el 90% de los casos.