Si estás preparando las maletas para desconectar o llevas ya unos días de vacaciones, estás de enhorabuena. No sólo por tener la suerte de no trabajar y poder centrar tus esfuerzos en disfrutar. Las vacaciones forman parte de los hábitos para una vida más saludable y son fundamentales para fortalecer nuestra salud o recuperarla si estamos estresados. En este post te explicamos por qué.
En los últimos años han salido a la luz numerosas investigaciones sobre las ventajas que tienen las vacaciones en la salud de los trabajadores, los perjuicios que causa el estrés en el organismo y hasta cuál es la duración ideal para sacar partido a los efectos positivos del descanso.
Hay incluso estudios que sostienen como cierta esa tesis de que hay que tomarse vacaciones de las vacaciones. Quizás porque estar de vacaciones no siempre tiene efectos terapéuticos. No hace falta hacer un gran viaje ni escaparse muy lejos, sólo es necesario cumplir unos mínimos.
¿Qué se debe hacer en vacaciones?
- Desconectar: Para que tu cuerpo note los efectos de las vacaciones es fundamental atravesar la puerta de tu centro de trabajo y dejarlo todo atrás, no estar pendiente del móvil ni del correo electrónico para poder dar descanso a la mente.
Doctores del grupo de Salud Mental de la Sociedad de Médicos de Atención Primaria (Semergen), han alertado en los últimos años de la cantidad de pacientes que reciben en sus consultas con “fatiga emocional”, derivada de la falta de descanso efectivo.
- Disfrutar: Los especialistas sostienen que debe ser la principal función de las vacaciones o escapadas: pasárselo bien, compartir tiempo con otras personas y aprender cosas nuevas. Hacer algo diferente a la rutina diaria, especialmente aquello que siempre se desea hacer y no se hace por falta de tiempo.
Los médicos incluso defienden la importancia de tener tiempo para no hacer nada más que pensar en uno mismo y revisar si está satisfecho con su vida personal y laboral.
- Descansar: Es el objetivo de la mayor parte de quienes se toman unas vacaciones, y el descanso reparador que respeta los ciclos naturales del sueño es fundamental para nuestra salud, como recuerda el Director del servicio de Neurofisiología Clínica del Hospital San Rafael y médico de la Unidad del Sueño, Francisco Javier Mejuto.
Pero ese objetivo debe ser diario, no sólo en vacaciones. En Semergen, por ejemplo, a los pacientes con fatiga emocional no les prescriben descanso, sino “aprender un idioma o aficionarse a algo, emprender una nueva actividad”.
Los daños del estrés y la herencia genética
El principal efecto de no tener vacaciones o periodos de descanso es el estrés. La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte de que el estrés laboral puede provocar problemas de salud como insomnio, cardiopatías, aumento de la tensión arterial, dolor de cabeza, trastornos musculoesqueléticos e incluso alterar nuestro sistema inmune.
Un estudio realizado por la Universidad de Uppsala (Suecia) desveló cómo los infartos se reducen durante las vacaciones de verano, pero también que el índice aumenta los lunes y durante las vacaciones de invierno.
Las vacaciones son necesarias pero claves para personas con estrés, porque además de perjudicar nuestra salud, ese daño pude transmitirse por vía genética a las generaciones futuras. Elisabeth Blackburn, premio Nobel en Medicina, desveló en una investigación que el estrés psicológico puede provocar daños en el material genético. Lo más esperanzador es sin embargo que ese perjuicio puede revertirse con descanso.
Si no tienes la oportunidad de hacer las maletas, tal vez puedas aprovechar el descanso de Semana Santa para cambiar tu rutina y, por ejemplo, hacer alguna actividad al aire libre. La OMS y la Unión Europea hicieron público hace un año un informe que apunta que vivir cerca de zonas verdes y árboles reduce la mortalidad y que los españoles que viven a 300 metros o menos de espacios verdes tienen una mejor salud mental.