El mindfulness consiste en la atención plena. Son una serie de ejercicios que nos ayudan a ser conscientes del presente aceptando lo que está sucediendo gracias a distintas técnicas de relajación y aceptación manteniendo nuestros sentimientos en un estado de calma y bienestar.
¿Por qué es tan importante el mindfulness?
La importancia del mindfulness es mucho más sencilla de explicar si recurrimos a un ejemplo. Si vivimos una situación desagradable que no podemos evitar, al emplear las técnicas de mindfulness nos permitirá “fluir” y nos ayudará a ahorrarnos sufrimiento añadido. Aprenderemos a quedarnos solo con lo que experimentamos sin añadir pensamientos negativos, obsesivos o que aumenten la mochila de emociones que llevamos cada uno.
Conseguimos así separar la persona de sus sentimientos para poder reconocer patrones mentales y lograr fijar un “ataque” o “defensa” centrada en el “aquí y ahora”, sin facilitarle la labor a nuestra mente para configurar escenarios imaginarios que puedan aumentar nuestro sufrimiento, estrés o nerviosismo.
Practicar mindfulness nos dará calma y bienestar mental, lo que se traduce también en salud física.
Beneficios del mindfulness para cuidarte por dentro y por fuera
Además de ayudarnos a tomar conciencia de nuestros procesos mentales y evitar que la mente nos domine, el mindfulness tiene numerosos beneficios entre los que se encuentran los siguientes:
Ayuda a controlar el estrés y la ansiedad
El mindfulness reduce los niveles de cortisol, una hormona activada por las situaciones de estrés. El cortisol es necesario para el cuerpo porque regula y moviliza la energía en estas situaciones, pero si tenemos demasiado puede producir efectos secundarios.
Teniendo en cuenta el estilo de vida, hemos normalizado erróneamente problemas de salud mental como la depresión, ansiedad o incluso altos niveles de estrés. El mindfulness, por lo tanto, puede ayudarnos a tener un mejor estilo de vida.
Un sueño más placentero
Practicar mindfulness antes de dormir nos ayuda a tener un mayor control de las emociones y a bajar el ritmo del día a día, lo que se traduce en una reducción del estrés y de los niveles de cortisol. La suma de la relajación y la meditación se traduce en una calidad de sueño y descanso mayor.
Protege el cerebro y mejora la memoria
El mindfulness es una poderosa herramienta para ayudarnos a reforzar la memoria en nuestro día a día, además de que mejora la comprensión lectora, la capacidad de la memoria de trabajo y la concentración.
Ejercita la concentración
Uno de los grandes beneficios es entrenar la conciencia y la atención plena para poder dirigir de forma voluntaria nuestros procesos mentales. Afecta de forma positiva a la flexibilidad cognitiva y al funcionamiento atencional.
Mejora la inteligencia emocional y las relaciones interpersonales
Con la práctica del mindfulness, evolucionamos internamente consiguiendo que los actos de nuestro entorno no nos afecten tanto, además de que nos ayuda a responder de una manera apropiada al estrés y mejora la habilidad de comunicar nuestras emociones a otra persona.
5 ejercicios básicos e imprescindibles para empezar este nuevo año 2022
Estos 5 ejercicios que te proponemos son muy sencillos de cumplir e incluir en la rutina de tu día a día. Pruébalos y verás cómo practicar mindfulness te ayudará a sentirte bien y cuidarte por dentro y por fuera.
1| Un despertar consciente
El mindfulness empieza con un nuevo día. Uno de los ejercicios que puedes poner en práctica este 2022 es tener un despertar consciente. ¿Cómo puedes hacerlo? Sin levantarte de la cama dedica unos segundos a sentir tu cuerpo, tu respiración e intentar identificar cómo te sientes en ese momento. Pregúntate qué tal has dormido y qué energía tienes, en una escala del 1 al 10, para comenzar un nuevo día.
2| ¿Hay una forma correcta de respirar?
No es lo mismo una respiración agitada que una respiración relajada, consciente. Respirar es una acción que hacemos de forma cíclica, constante, y muchas veces olvidamos que es una de las técnicas de relajación más utilizadas, además de que es la base del mindfulness.
Te compartimos un ejercicio para que tu respiración pase de ser un acto cíclico a una técnica que te ayude a mejorar tu bienestar físico y mental:
- Colócate, completamente estirado, sobre una superficie plana. La idea es que cuanto más cerca estés del suelo, mejor. Una esterilla es una excelente opción.
- Coloca una mano sobre tu pecho, a la altura de tu corazón, y otra sobre tu vientre.
- Cierra los ojos y coge aire por la nariz y siente como tu vientre se hincha (respiración diafragmática).
- Una vez tu vientre se ha hinchado, acaba de llenarte de aire ampliando la capacidad hacia tu pecho también. Hazlo despacio y aguanta la respiración durante 2 segundos.
- Comienza a expirar por la boca lentamente.
Repite este ejercicio varias veces y a lo largo del día.
3| Tus emociones dicen mucho más de lo que crees
Hay innumerables sucesos que nos dispersan en nuestro día a día: estrés, conflictos, nerviosismo… Muchas veces intentamos enmascarar estos sentimientos o emociones para seguir con nuestro día a día, con el resultado de reprimirlas y cargarlas en una mochila que soportamos día tras día. El efecto que tiene esto en nuestra mente y en nuestro cuerpo es que, en el momento en que nos quedamos a solas, bajamos la guardia y rebrotan esas emociones y sentimientos reprimidos. Aprendamos a gestionarlas con la respiración y con una meditación guiada.
4| Visualízalo y analízalo
¿Cuántas cosas se te pasan por la cabeza a diario? No es de extrañar que, dentro de todos los sentimientos y pensamientos que tenemos a lo largo del día, otorgamos más importancia a aquellos negativos que a los positivos. Para trabajar y practicar el mindfulness tenemos que “vaciar el disco duro”.
Dedicaremos 10 minutos al día para escribir o hacer garabatos en un cuaderno todo lo que se nos pase por la cabeza en ese momento. El símil que explica mejor este ejercicio es que, una vez que podas un árbol, el jardín obtiene más luz. Lo mismo ocurre con nuestra mente. Vacíala de todo aquello que ocupa lugar en vano o que te genera una sensación incómoda para que puedas tener espacio para una relajación plena, conciencia y felicidad.
5| Autoconocimiento
No hace falta que te sitúes delante del espejo, no estamos hablando de un autoconocimiento externo. Toma 5 minutos y piensa: ¿cómo es tu postura?, ¿es cómoda?, ¿estas apretando las mandíbulas?, ¿lo estás haciendo por nerviosismo, por estrés, por tensión…?, ¿tienes hambre o sed?
Es probable que estés ignorando las señales que te envía tu cuerpo, usa este pequeño conocimiento como “alarma” o aviso para conectar con tu yo interior.
Recuerda que cuidar tu mente es necesario para cuidarte por fuera. La salud siempre tiene que ser nuestra prioridad.