Francisco Javier Mejuto Muiño, Director del Servicio de Neurofisiología Clínica del Hospital San Rafael y médico de la Unidad del Sueño.
Si fuera por Francisco Javier Mejuto, médico de la Unidad del Sueño del Hospital San Rafael, programas de televisión tan exitosos, como Masterchef, no se emitirían a las once de la noche ni existirían los turnos de trabajo nocturnos. Esta unidad formada por un equipo multidisciplinar trata trastornos como el insomnio o la apnea del sueño. En esta entrevista nos explica cómo los cambios de hora afectan a nuestro organismo y por qué no dormir una media de ocho horas reduce la esperanza de vida. “Hay que erradicar pero ya esa famosa frase de lo voy a consultar con la almohada”, dice.
-¿Qué es la higiene del sueño?
-Es dormir de forma regular. Desde hace miles de años nuestro cerebro está programado para tener un ciclo de vigilia sueño; dormimos cuando no hay luz y estamos despiertos cuando la hay. Hay una mala higiene del sueño cuando esos ciclos se alteran. Por ejemplo, los turnos de trabajo son una barbaridad y tienen repercusiones incluso a nivel psiquiátrico. Al principio todo el mundo aguanta pero a los 50 años hay unos problemones…
-¿Por qué?
-Cuando uno está dormido está haciendo cosas. Secreta hormonas, como la del crecimiento o el cortisol, y todo eso está relacionado con las horas que lleva durmiendo. Los que nos dedicamos al sueño vemos que a la larga todo se paga. Los jóvenes que están hasta las tantas de la noche despiertos… Ahora lo aguantan todo, pero dentro de 20 años lo hablamos.
-¿Qué le diría a esas personas que dicen: Yo con cinco horas funciono estupendamente?
-Pues que siga durmiendo cinco horas (risas). Ahora, a la larga… Está demostrado por varios estudios que dormir cinco horas baja la esperanza de vida. Como todas las estadísticas, es algo general. Hay gente a la que no le pasa nada y está fenomenal, pero no es lo normal.
-¿Por qué se produce esa reducción de la esperanza de vida, a qué afecta?
-El sueño limpia el disco duro, repara. Hay síntesis de proteínas y a la larga se está haciendo una fisiopatología artificial. Se dan menos oportunidades al cerebro de descansar. Los ritmos del corazón varían además a lo largo de las fases: de sueño profundo, fase rápida y fase REM, que es en la que se recuerdan los sueños. Estas fases cambian en proporción y en estructura y cuando llevamos 6, 7 u 8 horas, aparece más fase REM. Si cortamos la fase reparadora y la fase REM, supongo -y esto no se sabe- que se reduce la esperanza de vida.
-Y ¿cómo estamos en España en higiene del sueño? ¿Vamos a peor?
-Hay de todo. Pero por ejemplo ahora a las televisiones les encanta programar todas las cosas interesantes a las 22:45. ¡Estupendo! ¿Para dormirte a la una y levantarte a las siete? Hay que dormir una media de ocho horas.
-¿Qué patologías se pueden desarrollar con ese déficit crónico de sueño?
-Fundamentalmente insomnio, pero también está relacionado con la diabetes, la hipertensión, insuficiencia cardíaca… Y eso si no hay apneas o patologías cardíacas de base, que también influyen.
-¿Qué repercusión tienen los cambios de hora como el del domingo?
-En la población sana, poca. En gente con problemas de sueño, bastante, sobre todo este, en el que te quitan una hora de sueño. Tienen la decencia de hacerlo un sábado pero hay gente que también trabaja los fines de semana. A los insomnes muchas veces les ponemos un nuevo horario de sueño, los dejamos dormir solo en unas horas y estas cosas les trastocan.
El ronquido es motivo de consulta
–Hay algo llamativo que poca gente sabe: el ronquido no es normal. ¿Es motivo de consulta?
-Sí. El ronquido indica que la vía aérea está estrecha. El paladar vibra porque no pasa el aire y en muchos casos es el paso anterior a la apnea. Con las hipoapneas, pasa menos aire y esto alerta al cerebro, que provoca el despertar. Aparte de que aumenta la frecuencia cardíaca, la persona que se despierta continuamente no llega a las fases profundas, no descansa y al día siguiente se queda dormida al volante.
-Normalmente se da en personas con sobrepeso, ¿no?
-Sí. En el 90% de los casos la estrechez se da porque hay grasa alrededor del cuello, no sólo en el resto del cuerpo. Esa grasa cierra el tubo por donde entra el aire.
-¿Crecen los trastornos del sueño en los últimos años con los cambios del estilo de vida?
-Los trastornos del ritmo circadiano, desde el ciclo vigilia-sueño lo han hecho exponencialmente y más que lo harán como se siga haciendo botellón. Ha aumentado muchísimo el insomnio, que es un problema psicológico y de educación de higiene del sueño y mucho con la crisis porque el estrés se repercute por la noche. Dos tercios de la población reconocen haber tenido insomnio en algún momento. Hay muchos tipos, hay pacientes que llevan tomando Valium diez años y eso no tiene sentido.
-Es que hay gente que duerme mal y se automedica, convencida de que no puede cambiarlo.
-De los pacientes insomnes que tengo, se cuentan con los dedos de una mano los que se medican. Se puede corregir, aunque lleva un tiempo. Una mala higiene del sueño con 10 años de insomnio no se soluciona en 15 días; hay que cambiar todo el ciclo vigilia sueño, revisar los hábitos… Hay gente que va al gimnasio por la noche con la idea de cansarse y la fastidia. Otra, que a las dos de la mañana se despierta y coge el móvil, enviando luz a la glándula pineal, que es la que secreta la melatonina, y con la luz activa el despertar.
-Dos tercios reconocen, pero que duerman bien…
-Hay muchos pacientes con apnea que dicen que duermen bien, pero su corazón va a toda velocidad. Casos de camioneros hay un montón. Es un problema de salud pública del que la Sociedad Española de Sueño ha alertado 200.000 veces: ¡Cuidado con los profesionales del transporte que se quedan dormidos al volante!, sobre todo a partir de determinados Índices de Masa Corporal.
-Dice que los bebés normalmente duermen.
-Sí. Los bebés duermen cuando quieren dormir. Hasta los 9 meses duermen 16 horas y luego van acercándose más al hábito del adulto. No duermen ocho horas seguidas, tienen hambre en medio de la noche y se despiertan. Es una etapa de madurez cerebral que hay que conocer y aguantar.
-¿Dormimos la siesta o mejor no?
-Si tienes la suerte de poder dormirla, está bien, pero si tienes insomnio, no debes. No puedes pretender dormir poco y que lo poco que duermas, sea diurno.